lunes, 20 de mayo de 2013

Todo va bien, pero…



Se está estableciendo un “nuevo orden mundial” en la Red del que todos somos responsables, tanto si adoptamos una postura activa como si omitimos nuestra participación.  Internet  permite que la comunicación y la colaboración entre las personas se multiplique exponencialmente, las redes sociales funcionan como extensión de nosotros mismos, acercándonos, enriqueciéndonos y empoderándonos. 
 
Pero en la práctica la situación podría no ser tan perfecta.  Facebook, Yahoo, el omnipresente Google y otras compañías del sector, disponen de unos filtros que aplican a nuestras búsquedas, personalizando los resultados en función del criterio que las compañías consideran adecuado. Puedo entender algunos filtros como el de la localización; si vivo en Madrid y busco Ikea, con seguridad me interesarán los resultados que me ofrezcan las tiendas de la empresa en la capital.  Estos filtros se fijan en función de nuestros intereses y el de las personas más cercanas a nosotros; se obtienen a través del seguimiento y monitorización de nuestros hábitos en la red. Pero  ¿quién decidirá en el futuro el tipo de filtro que se aplicará para tamizar la información que recibo, en base a qué criterios y cuáles son sus valores subyacentes?


También dudo de la legitimidad de ciertas estrategias de gestión de la buena reputación para contrarrestar las informaciones negativas recibidas en las redes sociales para intentar que dichas opiniones desaparezcan o sean relegadas a posiciones sin relevancia en los buscadores ¿qué pasa si el cliente dice verdades como puños?


Tenemos acceso a innumerables herramientas de la Web Social gratuitas, en las que se nos pide a cambio depositar nuestros datos personales. La gratuidad podría traer consigo una creciente oleada de basura. Además,  los ciudadanos debemos tomar conciencia de la importancia de intentar participar en el establecimiento de las nuevas reglas del juego, pero para ello tenemos que ser también más exigentes  con nosotros mismos. Podemos empezar, por ejemplo dándole mayor importancia a la configuración de la privacidad de los numerosos sitios en que nos inscribimos, revisando cuál es la información personal que queremos que se vea y por quién o quiénes.
 

5 comentarios:

  1. Hola Ana,
    completamente de acuerdo contigo en esto de la privacidad y de nuestra parte de responsabilidad.
    La mayoría de las veces, con la idea de no perdernos nada y estar en todos aquellos sitios en los que se supone que debemos estar, pagamos el alto precio de REGALAR nuestros datos. Estos, seguramente alcanzarán un alto precio en el mercado, y servirán a las grandes empresas para seguir enriqueciéndose....
    Así que creo que esto de que nos sale gratis, es sólo de cara a nuestros bolsillos.




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    1. Hola Laura! Creo que esa preocupación sobre qué harán con nuestros datos la compartimos muchos de nosotros (y no quiero para nada caer en la paranoia de teorías conspirativas), pero realmente ¿quién vigila al vigilante? Saluditos!!

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  2. Desde luego que tenemos que proteger nuestra privacidad, tarea difícil pues a veces los SRS nos cambian sin avisar la configuración y se ponen al descubierto datos que no queríamos revelar. Respecto a lo de los mensajes negativos, efectivamente, una de las estrategias de los gestores Social Media es conseguir ocultar esos mensajes negativos, pero me parece que luchan en vano, poco a poco, y es mi esperanza, la posibilidad que tenemos los usuarios de expresarnos con claridad y facilidad en las redes, redundará en una mejoría de la calidad de productos y servicios, la mejor manera de luchar contra mensajes negativos es pues hacer las cosas bien.

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    1. Hola Rafael, a mí también me gusta pensar que la honestidad es la mejor forma de influir en tu realidad. Mi temor es que al existir herramientas tan potentes y golosas, nos lo pueden poner difícil. Gracias por tu comentario!

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  3. Hola Fernando, sí, la verdad es que aceptamos todo sin cuestionarlo, estaría bien que los sistemas educativos recogieran este tipo de alfabetización. Sé que ya hay programas en marcha, pero yo la haría asignatura obligatoria en el instituto o incluso en el cole. Gracias por comentar el post.

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